Ciudad del Vaticano:
En la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, el papa
Francisco celebró la santa misa en el atrio de la basílica de San Juan
de Letrán y presidió la procesión Eucarística que, recorriendo la vía
Merulana, culminó en la cercana basílica de Santa María la Mayor. En su
homilía, el santo padre, dirigiéndose a los numerosos fieles presentes
comenzó destacando que en el Evangelio de San Lucas, que acababan de
escuchar, hay una expresión de Jesús que siempre le llama la atención:
“Denles ustedes de comer”. Partiendo de esta frase, el Pontífice orientó
su homilía en tres palabras: seguimiento, comunión y participación.
En la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, el papa
Francisco celebró la santa misa en el atrio de la basílica de San Juan
de Letrán y presidió la procesión Eucarística que, recorriendo la vía
Merulana, culminó en la cercana basílica de Santa María la Mayor. En su
homilía, el santo padre, dirigiéndose a los numerosos fieles presentes
comenzó destacando que en el Evangelio de San Lucas, que acababan de
escuchar, hay una expresión de Jesús que siempre le llama la atención:
“Denles ustedes de comer”. Partiendo de esta frase, el Pontífice orientó
su homilía en tres palabras: seguimiento, comunión y participación.
El papa Francisco invitó a preguntarnos, adorando a Cristo presente
realmente en la Eucaristía: ¿me dejo transformar por Él? ¿Dejo que el
Señor se done a mí, me guíe a salir cada vez más de mi pequeño recinto y
no tener miedo de donar, de compartir, de amarlo a Él y a los demás?
Después de la misa en la basílica de San Juan, Francisco encabezó la
procesión del Corpus Cristi hasta la basílica de Santa María la Mayor.
El Papa no fue dentro del vehículo que portaba la Custodia sino que hizo
el recorrido a pie.
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