Ciudad del Vaticano (AICA):
El cardenal Jean-Louis Tauran y el padre Miguel Ángel Ayuso Guixot
MCCJ, respectivamente presidente y secretario del Pontificio Consejo
para el Diálogo Interreligioso, firman el mensaje que, con motivo de la
festividad de Vesakh, ese dicasterio dirige anualmente a los seguidores
del budismo. El mensaje de este año se titula “Cristianos y budistas
juntos en el amor, la defensa y la promoción de la vida humana”. Vesakh
es la principal festividad budista que recuerda los tres momentos
fundamentales de la vida de Gautama Buda. Según la tradición, el Buda
histórico nació, obtuvo la iluminación y desapareció alcanzando el
Nirvana durante la luna llena del mes de mayo. Es, por lo tanto, una
festividad móvil que este año cae el 25 de este mes.
El cardenal Jean-Louis Tauran y el padre Miguel Ángel Ayuso Guixot MCCJ,
respectivamente presidente y secretario del Pontificio Consejo para el
Diálogo Interreligioso, firman el mensaje que, con motivo de la
festividad de Vesakh, ese dicasterio dirige anualmente a los seguidores
del budismo.
Vesakh es la principal festividad budista que recuerda los tres
momentos fundamentales de la vida de Gautama Buda. Según la tradición,
el Buda histórico nació, obtuvo la iluminación y desapareció alcanzando
el Nirvana durante la luna llena del mes de mayo. Es, por lo tanto, una
festividad móvil que este año cae el 25 de este mes.
En estos días los seguidores del budismo decoran sus hogares con
flores y los perfuman con incienso, visitan los templos locales,
escuchan las enseñanzas de los monjes y les ofrecen dones.
El mensaje de este año se titula “Cristianos y budistas juntos en el amor, la defensa y la promoción de la vida humana”.
Texto del mensaje
“En nombre del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso,
quiero manifestarles a todos mis más sinceros saludos y buenos deseos
con motivo de la celebración de la fiesta de Vesakh que, a nosotros los
cristianos, nos brinda la oportunidad de renovar nuestro diálogo
amistoso y nuestra estrecha colaboración con las diferentes tradiciones
que representan.
“El papa Francisco, en el comienzo de su ministerio reafirmó la
necesidad de diálogo y de amistad entre los seguidores de diferentes
religiones, señalando que "la Iglesia es consciente de la
responsabilidad que todos tenemos con nuestro mundo, con la creación
entera que debemos amar y custodiar. Y podemos hacer mucho por el bien
de los que son más pobres, de los más débiles, de los que sufren, para
promover la justicia, para promover la reconciliación, para construir la
paz.
“El Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz de 2013, titulado
"Bienaventurados los que trabajan por la Paz", señala:” El camino para
la realización del bien común y de la paz pasa ante todo por el respeto
de la vida humana, considerada en sus múltiples aspectos, desde su
concepción, en su desarrollo y hasta su fin natural. Auténticos
trabajadores por la paz son, entonces, los que aman, defienden y
promueven la vida humana en todas sus dimensiones: personal, comunitaria
y transcendente. La vida en plenitud es el culmen de la paz. Quien
quiere la paz no puede tolerar atentados y delitos contra la vida.
“Quiero expresar el sincero respeto de la Iglesia Católica por la
noble tradición religiosa de ustedes. A menudo observamos una
consonancia con los valores expresados también en sus textos religiosos:
el respeto a la vida, la contemplación, el silencio, la sencillez.
“Nuestro auténtico diálogo fraterno requiere que nosotros, budistas y
cristianos, desarrollemos lo que tenemos en común, y sobre todo el
profundo respeto por la vida que compartimos.
“Queridos amigos budistas, el primer precepto de ustedes les enseña a
abstenerse de destruir la vida de todos los seres que sienten,
prohibiendo que uno mismo se mate o que mate a los demás. La piedra
angular de su ética reside en la bondad hacia todos los seres. Los
cristianos creen que el núcleo de la enseñanza moral de Jesús es doble:
el amor de Dios y el amor del prójimo. Jesús dice: “Como mi Padre me ha
amado, así yo los amo a ustedes. Permaneced en mi amor. Y el quinto
mandamiento cristiano "No matarás", está en perfecta armonía con su
primer precepto.
“La Nostra Aetate enseña que "la Iglesia católica no rechaza nada de
lo que en estas religiones hay de santo y verdadero". Creo, por lo
tanto, que tanto para los budistas como para los cristianos urge crear
un clima de paz para amar, defender y promover la vida humana, sobre la
base del patrimonio auténtico de nuestras tradiciones religiosas”.
“Como todos sabemos, a pesar de estas nobles enseñanzas sobre la
santidad de la vida humana, el mal contribuye de diversas formas a la
deshumanización de la persona, debilitando el sentido de humanidad de
los individuos y las comunidades. Esta trágica situación exige que
budistas y cristianos, unamos nuestras fuerzas para desenmascarar las
amenazas a la vida humana y despertar la conciencia ética de nuestros
respectivos seguidores para generar un renacimiento moral y espiritual
de los individuos y de la sociedad con el fin de ser verdaderos
constructores de paz, amando, defendiendo y promoviendo la vida humana
en todas sus dimensiones”
“Sigamos trabajando con compasión y hermandad renovadas para aliviar
el sufrimiento de la familia humana, tutelando la santidad de la vida
humana. Con este espíritu les renuevo mis mejores deseos para una fiesta
de Vesakh pacífica y alegre”.+
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