Ciudad del Vaticano (AICA):
Cada uno de nosotros vive con pequeñas o grandes idolatrías, pero el
camino que nos lleva a Dios pasa por un amor que es exclusivo a Él, como
Jesús nos lo enseñó. Lo afirmó así este jueves el papa Francisco en la
misa matutina de la Casa Santa Marta. Concelebraron con el papa tres
prelados: el arzobispo de Curitiba en Brasil, m<onseñor José Vitti; y
los obispos de Ibiza en España, monseñores Juan Segura, y de Sagar en
la India, monseñor Chirayath Anthony. Según informó Radio Vaticana,
también asistieron empleados de la Biblioteca Apostólica Vaticana,
acompañados por el viceprefecto Ambrogio Paizzoni, y un grupo de
personal de la Universidad Lateranense, acompañados por el vicerrector,
monseñor Patrick Valdrini.
Cada uno de nosotros vive con pequeñas o grandes idolatrías, pero el
camino que nos lleva a Dios pasa por un amor que es exclusivo a Él, como
Jesús nos lo enseñó. Lo afirmó así este jueves el papa Francisco en la
misa matutina de la Casa Santa Marta. Concelebraron con el papa el
arzobispo de Curitiba en Brasil, monseñor José Vitti; y los obispos de
Ibiza en España, monseñor Juan Segura, y de Sagar en la India, monseñor
Chirayath Anthony. Según informó Radio Vaticana, también asistieron
empleados de la Biblioteca Apostólica Vaticana, acompañados por el
viceprefecto Ambrogio Paizzoni, y un grupo de personal de la Universidad
Lateranense, acompañados por el vicerrector, monseñor Patrick Valdrini.
Cuando el escriba se acercó a Jesús para preguntarle lo que, según
él, es "el primero de todos los mandamientos" es probable que su
intención no fuera tan inocente. Es así como el papa Francisco inicia la
homilía evaluando el comportamiento del hombre que, en la narración
evangélica de la liturgia de hoy, se dirige a Cristo dando la impresión
de "ponerlo a prueba", si no es de "hacerlo caer en la trampa".
Y cuando -a la cita bíblica de Jesús: "Escucha, oh Israel. El Señor
es nuestro Dios, el Señor es uno"-, el escriba responde aprobando, el
papa llama la atención sobre el comentario de Cristo: "No estás lejos
del reino de Dios". En esencia, dice el papa Francisco, con el "no estás
lejos", Jesús quería decirle al escriba: "Sabes muy bien la teoría",
pero "todavía te falta una distancia hacia el Reino de Dios", es decir,
debes caminar para transformar en "realidad este mandamiento ", ya que
"la confesión de Dios" se hace en el "camino de la vida".
Añadió el santo padre que "no basta decir: 'Pero yo creo en Dios,
Dios es el único Dios'. Está bien, pero ¿cómo vives este camino de vida?
Porque podemos decir: 'El Señor es el único Dios, solamente, no hay
otro', pero a la vez vivir como si Él no fuera el único Dios y tener
otras deidades a nuestra disposición. Es el peligro de la idolatría: la
idolatría que llega a nosotros con el espíritu del mundo. Y Jesús, en
esto, era claro: el espíritu del mundo, no. Y en la última Cena Jesús
pide al Padre que nos defienda del espíritu del mundo, porque el
espíritu del mundo nos lleva a la idolatría".
"La idolatría -continúa el papa Francisco-, es sutil", todos
nosotros "tenemos nuestros ídolos ocultos" y "el camino de la vida para
llegar, para no estar lejos del Reino de Dios", implica "descubrir los
ídolos ocultos". Un comportamiento que ya se encuentra en la Biblia
-recuerda-, se lee en el episodio en el que Raquel, mujer de Jacob,
finge no tener consigo ídolos, los cuales ha llevado de la casa de su
padre y los ha escondido detrás de su caballo. También nosotros, dijo
Francisco, "lo hemos escondido en un caballo, pero tenemos que buscarlo y
debemos destruirlo", porque la única manera de seguir a Dios es la de
un amor basado en la "lealtad".
Ahuyentar los ídolos
"Y la lealtad --prosiguió--, nos pide que ahuyentemos los ídolos,
descubrirlos: están ocultos en nuestra personalidad, en nuestra forma de
vida. Pero estos ídolos ocultos hacen que no seamos fieles en el amor.
El apóstol Santiago, cuando dice: 'Quien es amigo del mundo, es enemigo
de Dios', comienza diciendo: '¡Ustedes adúlteros!'. Nos reprocha, pero
con el adjetivo: ¡adúlteros! ¿Por qué? Porque quien es "amigo" del mundo
es un idólatra, ¡no es fiel al amor de Dios! El camino para no estar
lejos, para avanzar en el Reino de Dios, es un camino de lealtad que se
asemeja a la del amor conyugal".
Mientras que "con las pequeñas idolatrías que tenemos", ¿cómo es
posible -concluye el Papa-, no ser fiel "a un amor tan grande?". Para
ello, es necesario confiar en Cristo, que es "fidelidad plena" y que
"nos ama tanto".
"Podemos preguntarle ahora a Jesús: 'Señor, tú que eres tan bueno,
enséñame el camino para estar cada día menos lejos del Reino de Dios,
aquella manera para ahuyentar todos los ídolos'. Es difícil, pero
tenemos que empezar... Los ídolos ocultos en los muchos caballos que
tenemos en nuestra personalidad, en nuestra forma de vida: mandar lejos
el ídolo de lo mundano, que nos lleva a convertirnos en enemigos de
Dios. Pidamos esta gracia en Jesús, hoy."+
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