Buenos Aires (AICA): La
Junta Directiva Nacional de la Conferencia Argentina de Religiosas y
Religiosos (Confar) declaró que adhiere al comunicado “Los derechos
humanos están por encima de los negocios”, dado a conocer por un grupo
de sacerdotes titulado “Grupo de curas en la opción por los pobres”, en
el que se refieren a los acontecimiento ocurridos en la localidad
riojana de Famatina y en Formosa. La adhesión de Confer, firmada por la
presidenta y el secretario ejecutivo, manifiesta, que “una vez más
expresamos que el clamor de los pueblos originarios, nos trae el pedido
de un reclamo ancestral, las deudas históricas aún no saldadas, sin las
cuales todo proyecto de presente camina en el aire y en olvido culposo.
Nos desafía a la comprensión, la apertura y la cercanía a sus vidas y
necesidades concretas…. El reclamo de las tierras por parte de los
pueblos originarios, y la manipulación jurídica y política que se hace
de los mismos¨.
La Junta Directiva Nacional de la Conferencia Argentina de Religiosas y
Religiosos (Confar) declaró que adhiere al comunicado “Los derechos
humanos están por encima de los negocios”, dado a conocer por un grupo
de sacerdotes titulado “Grupo de curas en la opción por los pobres”, en
el que se refieren a los acontecimiento ocurridos en la localidad
riojana de Famatina y en Formosa.
La adhesión de Confer, firmada por la presidenta Hermana Marisa
Biasutti y el secretario ejecutivo, padre Daniel Echeverría, manifiesta,
que “una vez más expresamos que el clamor de los pueblos originarios,
nos trae el pedido de un reclamo ancestral, las deudas históricas aún no
saldadas, sin las cuales todo proyecto de presente camina en el aire y
en olvido culposo. Nos desafía a la comprensión, la apertura y la
cercanía a sus vidas y necesidades concretas…. El reclamo de las tierras
por parte de los pueblos originarios, y la manipulación jurídica y
política que se hace de los mismos".
Texto del comunicado “Los derechos humanos están por encima de los negocios”
Queremos manifestar nuestra profunda preocupación frente a hechos de
violencia represiva y autoritaria relacionados con la resistencia a los
proyectos de megaminería a cielo abierto en Famatina, La Rioja, y la
violencia extrema contra las comunidades Qom de Formosa.
El capitalismo ha separado la economía de la sociedad, y ha impuesto
la acumulación de renta por encima de los derechos y las necesidades de
las personas. La apropiación de la tierra y los recursos que contiene
no pueden ser ilimitados. El interés económico no es un absoluto. Los
derechos humanos están por encima de los negocios y los intereses
privados por más legales que sean. Y las instituciones democráticas no
están para proteger los negocios sino para garantizar los derechos
humanos y la dignidad de los ciudadanos del pueblo argentino.
Famatina es un ecosistema semidesértico, la concreción del proyecto
minero en el cerro representa la contaminación de la fuente principal de
abastecimiento de agua para la población, el único curso de agua que
reciben de la precordillera andina. El pueblo de Famatina, consciente de
la contaminación y miseria que deja a su paso la megaminería, resiste
este atropello. El 25% del territorio de la Provincia de La Rioja está
afectado por la industria minera.
Es verdad que la humanidad necesita una cierta cantidad de minerales
para satisfacer algunas de sus necesidades, básicas o no. Pero también
es igualmente cierto que el consumo excesivo de una parte de la
humanidad está destruyendo las formas de sustento y el ambiente de la
otra parte de la humanidad, que habita en áreas impactadas por la
minería. La tierra es de todos y no de las empresas o los gobiernos. Los
proyectos de la economía extractivista no son un dogma de fe. Pero para
el gobierno provincial pareciera que la resistencia popular es una
herejía castigada con una serie de recursos nada democráticos:
represión, amenazas, persecución, listas negras y criminalización de la
protesta social. Repudiamos la connivencia del gobernador de La Rioja
Luis Beder Herrera con los intereses de la industria extractivista, la
violencia injusta y abusiva, física y verbal contra el derecho a la
protesta. Apoyamos la lucha del párroco Omar Quinteros en defensa de los
derechos de la comunidad de Famatina y las Asambleas Ciudadanas por la
Vida.
Otro atropello repetido y casi diríamos naturalizado, es la
violencia extrema contra los pueblos indígenas y en este caso contra las
comunidades Qom de Formosa.
Amenazas, violencia, asesinatos, malos tratos, usurpaciones,
racismo, son el pan cotidiano que amarga la vida de estos conciudadanos
nuestros con plenos derechos cuyo “pecado” principal es habitar las
tierras codiciadas por los terratenientes de la zona. En este caso
también el Gobernador Gildo Insfrán es partícipe necesario de esta
violencia que justifica con su complicidad. Exigimos que se respeten las
instituciones de las comunidades Qom y se impida que sigan siendo
despojados de sus territorios ignorando los derechos especiales
reconocidos por la Constitución Nacional (art. 75), leyes
internacionales, gobiernos nacionales y provinciales.
Exigimos que cese la represión y la violencia empujadas por la
dictadura de la codicia y el dinero avalada desde los gobiernos
provinciales.
Exigimos que se protejan los derechos de los pueblos de Famatina y
Formosa: el derecho a la vida, el derecho a la manifestación libre de
las ideas y el derecho a disponer de la tierra y los recursos que son de
todos para satisfacer las necesidades propias de un buen vivir.
Y pedimos al gobierno nacional, que tanto ha hecho por la vigencia
de los derechos humanos en nuestra Patria, que tome cartas en estos
asuntos porque pareciera que cierra los ojos ante las atrocidades de sus
aliados políticos. La mayor presencia del Estado es algo que
celebramos, y en continuidad con esto reclamamos un estricto control
sobre la minería y sobre los despojos de tierras a los débiles de
nuestro país.
Soñamos ver flamear la bandera de los derechos humanos en todo el territorio argentino.+
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