jueves, 2 de mayo de 2013

El Papa pidió a la Presidenta que afiance la concordia y el diálogo en el país

 Buenos Aires (AICA): ¨Quisiera encomendar a Nuestra Señora de Luján, celestial patrona de ese país, a todos los argentinos: a los que están constituidos en autoridad, para que busquen en el servicio su mejor aliado y trabajen infatigablemente por tejer lazos que afiancen la concordia, el diálogo, la reconciliación y el entendimiento entre todos; a los niños, que tienen derecho a un mundo que se distinga por la virtud y los valores que dignifican a la persona; a los matrimonios, para que cimenten la familia en la comprensión y la fidelidad de por vida; a los ancianos, a cuyo lado siempre se aprenden lecciones hermosas; a los pobres y a los que sufren, para que hallen siempre una mano amiga que los ayude y sostenga en sus justas aspiraciones¨, pidió el papa Francisco a la presidenta Cristina Fernández, en una carta del 20 de marzo pasado que publicó el diario La Nación este domingo 21 de abril, enviada por su corresponsal en Roma, Elisabeta Piqué.



"Quisiera encomendar a Nuestra Señora de Luján, celestial patrona de ese país, a todos los argentinos: a los que están constituidos en autoridad, para que busquen en el servicio su mejor aliado y trabajen infatigablemente por tejer lazos que afiancen la concordia, el diálogo, la reconciliación y el entendimiento entre todos; a los niños, que tienen derecho a un mundo que se distinga por la virtud y los valores que dignifican a la persona; a los matrimonios, para que cimenten la familia en la comprensión y la fidelidad de por vida; a los ancianos, a cuyo lado siempre se aprenden lecciones hermosas; a los pobres y a los que sufren, para que hallen siempre una mano amiga que los ayude y sostenga en sus justas aspiraciones", pidió el papa Francisco a la presidenta Cristina Fernández, en una carta fechada el 20 marzo pasado, que publicó el diario La Nación este domingo 21 de abril, enviada por su corresponsal en Roma Elizabeta Pique.

Texto de la carta
"Señora Presidenta: Al recordar nuestro reciente encuentro y su venida a Roma, con ocasión del inicio de mi ministerio como sucesor de San Pedro, deseo agradecer su presencia y los votos que Vuestra Excelencia ha formulado, para que la nueva tarea que me ha sido encomendada por la Providencia divina en la Iglesia sea fructífera y ayude al bien común de todos los hombres y al pacífico entendimiento de los pueblos".

"En la persona de Vuestra Excelencia y en la responsabilidad que ejerce, he querido ver el rostro de todos los hijos de esas queridas tierras argentinas, que se esfuerzan cada día por dar lo mejor de sí mismos a la patria que los vio nacer, y anhelan ser protagonistas de un presente sereno y constructores de un futuro luminoso, en donde el amor recíproco sea la puerta que abra a la esperanza y a la mutua confianza, al respeto sincero y a la colaboración generosa".

"Mientras le reitero mi gratitud por las palabras que me ha dirigido en estos días, quisiera encomendar a Nuestra Señora de Luján, celestial patrona de ese país, a todos los argentinos: a los que están constituidos en autoridad, para que busquen en el servicio su mejor aliado y trabajen infatigablemente por tejer lazos que afiancen la concordia, el diálogo, la reconciliación y el entendimiento entre todos; a los niños, que tienen derecho a un mundo que se distinga por la virtud y los valores que dignifican a la persona; a los matrimonios, para que cimenten la familia en la comprensión y la fidelidad de por vida; a los ancianos, a cuyo lado siempre se aprenden lecciones hermosas; a los pobres y a los que sufren, para que hallen siempre una mano amiga que los ayude y sostenga en sus justas aspiraciones".

"A todos llevo en mi corazón sin postergar a nadie y pidiendo por la entera Nación y sus destinos".

"Con estos sentimientos, le hago llegar, Excelencia, mi saludo cordial y, por vuestro medio, a todos sus colaboradores, así como el amadísimo pueblo argentino, sobre el que invoco abundantes bendiciones divinas".+

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