Buenos Aires (AICA): En una carta al papa Francisco, la Comisión Episcopal de Pastoral Carcelaria expresó que “nos sentimos acariciados por Dios, Padre Misericordioso, cuando nos enteramos de que el Jueves Santo, celebraste en el correccional de menores de Italia; esperamos que no sea como los de aquí, verdaderas cárceles, depósitos de descartables y vulnerables, la Casa del Marmo, donde además, de lavar los pies a los jóvenes detenidos; siguiendo tu tradición, como bien lo hiciste en Buenos Aires, celebrarás la Cena del Señor, como lo hizo Jesús, con los más pequeños”. “Es inmensa nuestra alegría, que en gestos tan simples, es Dios quien nos alienta a seguir trabajando ‘por un mundo sin cárceles’, y a seguir descubriendo a un Dios Padre misericordioso, donde es más grande el amor, que la inmensidad de nuestros pecados”, subrayó.
En una carta al papa Francisco, la Comisión Episcopal de Pastoral Carcelaria expresó “su alegría, por tu decisión de decir sí al pedido de los cardenales; por el que Dios te encomendó conducir a la iglesia de Roma y así a la iglesia universal. ¡Qué bueno Dios sigue eligiendo ‘pastores!’”
“Queremos agradecer también tus gestos de simpleza y humildad. Creemos que esto te puede molestar, que agradezcamos lo simple de todos los días, pero de esto se trata nuestra misión en el mundo de la carcelación, encontrar en lo más pequeño: la grandeza de Dios”, subrayó en la misiva firmada por el secretario ejecutivo del organismo, presbítero Javier Ladrón de Guevara.
“Nos sentimos acariciados por Dios, Padre Misericordioso, cuando nos enteramos de que el Jueves Santo, celebraste en el correccional de menores de Italia; esperamos que no sea como los de aquí, verdaderas cárceles, depósitos de descartables y vulnerables, la Casa del Marmo, donde además, de lavar los pies a los jóvenes detenidos; siguiendo tu tradición, como bien lo hiciste en Buenos Aires, celebrarás la Cena del Señor, como lo hizo Jesús, con los más pequeños”, destacó.
La Comisión sostuvo que “es inmensa nuestra alegría, que en gestos tan simples, es Dios quien nos alienta a seguir trabajando ‘por un mundo sin cárceles’, y a seguir descubriendo a un Dios Padre misericordioso, donde es más grande el amor, que la inmensidad de nuestros pecados”.
“Seguimos comprometiendo nuestro servicio a la iglesia, para que el reino de Dios se haga presente entre los más pobres. Y en estos días de celebraciones, también comprometemos nuestras oraciones para rezar, juntos a nuestros más pequeños hermanos, privados de la libertad, por vos, por tu fe y por tus intenciones. Nos ponemos a tu disposición pidiéndole a Dios Padre misericordioso, te bendiga, junto a la Virgen Madre, y sigas siendo vivificado en el Espíritu de amor. En la esperanza que nos brinda el saber que Jesucristo es Señor de la historia: Feliz Pascua”, concluyó.+
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