domingo, 22 de diciembre de 2013

La diócesis de San Isidro pidió perdón por los abusos cometidos por un sacerdote

Lunes 16 Dic 2013 | 09:42 am
 
El obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, y su presbiterio pidieron este domingo público perdón a las víctimas de abusos cometidos por el presbítero José Mercau, quien fue condenado y cumple una pena de prisión por este delito contra cuatro menores de edad en 2005.

El gesto de reparación consistió en la lectura en todos los templos de la diócesis del texto "Asumir, pedir perdón y deseo de reparar", en el que también se informa que se indemnizará económicamente a las víctimas.

"La comunidad diocesana de San Isidro, y de un modo especial el obispo y su presbiterio, piden públicamente perdón a los jóvenes que han sido afectados por estas conductas realizadas por un sacerdote de nuestra diócesis, el padre José Mercau, cuando era párroco de San Juan Bautista, en Ricardo Rojas, partido de Tigre", subrayaron.

Asimismo, ratificaron su "decisión de ayudar, desde nuestras posibilidades, a éstos jóvenes a sanar heridas y construir un porvenir" y manifestaron su deseo de que este gesto "signifique también una renovación en toda la comunidad del compromiso por promover una cultura del cuidado de los niños y adolescentes".

La diócesis de San Isidro también citó en el texto palabras del papa Francisco al pedir: "Cuidémonos los unos a los otros. Cuídense entre ustedes, no se hagan daño. Cuídense la vida, cuiden la familia, cuiden la naturaleza, cuiden a los niños, cuiden a los viejos".

"Las secuelas que deja el abuso sexual en el futuro de los niños y de los jóvenes no se pueden medir", aseguraron las autoridades eclesiásticas sanisidrense en el comunicado leído en todos los templos, y agregaron que "su vida vincular y afectiva queda lastimada en lo más hondo por la violación de su intimidad", indicó.

"La conducta del que abusa también hiere a todo el Cuerpo de Cristo y quiebra la confianza en la comunidad. Este mal causado nos hace experimentar un vivo dolor como miembros de la Iglesia", reconoció.

En tanto, el vocero del obispado de San Isidro, presbítero Máximo Jurcinovic, explicó en declaraciones a la prensa que este gesto "muestra el deseo de compartir con las víctimas un pedido de perdón, más allá de que es un daño irreparable y que no se puede medir. Estos casos oscurecen la historia de la Iglesia".

"Lo que hicieron Benedicto XVI y Francisco nos marcan un camino: esto pasa, hay que hablarlo y asumirlo", subrayó.

El sacerdote indicó, además, que "se llegó a un acuerdo económico. El obispado venderá algunas de sus propiedades para hacerle frente a estas indemnizaciones. Lo que hace nuestro obispo es seguir el camino de la Santa Sede, que es el de acompañar a las víctimas".

El presbítero Jurcinovic precisó que el presbítero Mercau "está en prisión, mientras que el proceso canónico que se aplica en estos casos está en marcha, pero sigue siendo sacerdote".+ 

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