sábado, 23 de febrero de 2013

Carta pastoral de Cuaresma, de nuestro obispo Baldomero, Carlos



OBISPADO DE SAN JUSTO
Provincia de Buenos Aires - Argentina


"CREEMOS PARA AMAR"                                     
CARTA PASTORAL DE CUARESMA 201

"LA CARIDAD: CORAZÓN DE LA EVANGELIZACIÓN Y DE LA CONVERSIÓN"
 CENTRADOS TODOS EN LA PALABRA, EN LA EUCARISTÍA
Y EN LA MISIÓN PERMANENTE

Queridos Hermanos Sacerdotes, Consagrados y Laicos Comprometidos de Nuestra Diócesis

                 Con esta expresión "La Caridad, corazón de la evangelización y de la conversión", quiero compartir este mensaje de cuaresma durante el "Año de la Fe", convocado por Benedicto XVI para todo el pueblo de Dios. El inicio de la Carta Apostólica "Porta Fidei", se transforma en una actitud profética por la afirmación: "La puerta de la fe, que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros"
                Escuché decir a un obispo del Líbano: "La iglesia es el corazón del mundo, aunque el mundo ignore su corazón " (Obispo libanés  Khodr). La ciudad, es decir la sociedad puede ignorar la Iglesia. Pero la Iglesia lleva en su corazón la ciudad, toda la sociedad. Hoy el individualismo se come lo comunitario: las formas comunitarias, familiares, solidarias; y nos hacen vivir en soledad. "No es bueno que el hombre este solo". "Dios no salva a los hombres aisladamente y sin lazos entre ellos, sino que construye un pueblo.            
                 En el II Prefacio de Cuaresma encontramos una hermosa expresión, que rezándola con Fe nos invita a transitar este tiempo:
"Porque has establecido generosamente este tiempo de gracia para purificar el corazón de tus hijos,
de modo que, libres de todo afecto desordenado,
vivamos las realidades temporales pero adhiriéndonos a las eternas ". (Prefacio II de Cuaresma)

                 De este modo, entendemos que la cuaresma es un "CAMINO DE CARIDAD", que nos introduce en el Plan de Salvación de Dios y nos hace partícipe de sus enseñanzas de vida, de su entrega hasta la muerte en cruz y del anuncio de su Reino hasta los confines de la tierra".

LA CARIDAD: CORAZÓN DE LA EVANGELIZACIÓN Y DE LA CONVERSIÓN"

                 El Papa Benedicto XVI en su último mensaje cuaresmal, nos dice "Creer en la caridad suscita caridad"; y nos enriquece con el texto de la carta del Apóstol San Juan "Hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él" (1 Jn 4,16). Desde nuestra identidad diocesana reavivamos esta expresión, presentada con otras palabras en nuestro Documento Conclusivo del Plan Pastoral:
“La vocación a la Comunión del Pueblo de Dios es un llamado a la santidad comunitaria y a la misión compartida que solo son posible por la acción del Espíritu.” (NMA  62)
 A partir de la comunión trinitaria,  fuente, modelo y fin de toda forma de comunión humana,  hemos de recrear los vínculos de toda comunidad. En el  diálogo sincero y en el intercambio libre de dones, animados por el amor, construimos el “nosotros” de la comunión solidaria” (NMA 65)

                  Pero si la caridad no brota del amor de Cristo, y no se construye desde la conversión personal y comunitaria; entonces se improvisa desde lo meramente humano,  entonces, corre el riesgo de volverse en "funcionalismo", que termina vaciándonos. Si la caridad se construye desde la oración, el estudio y la comunión eucarística;  por el contrario, siempre es una meta que exige continuos esfuerzos y sacrificios, no conoce descanso y no se alcanza de una vez para siempre.
                No puede existir comunidad cristiana sin diaconía, es decir sin "servicio de caridad"; a su vez no puede existir sin la Celebración de la Eucaristía: "Comunidad, Eucaristía y diaconía unidas,  crecen y maduran". "La separación  entre el sacramento del altar (la espiritualidad, la fe religiosa) y el sacramento del pobre fue una tragedia del siglo pasado”.
                La dimensión social y la espiritual, se funden, porque el amor nace de la oración. Comparto una expresión de Benedicto: "El trabajo de hacer que quien está solo o vive en la necesidad se sienta en familia, nace de escuchar atentamente la Palabra de Dios y de la oración". Así, la tarea, es volver a unir el Altar con los pobres, pobres de pan, de amor, de hogar , de trabajo ...

                  En el Mensaje de Cuaresma del año pasado, en torno al año de la Vida, pusimos en oración la necesidad de "conversión y sanación interior". Para este Año de la Fe, los invito a orientar la oración personal y comunitaria en "conversión y unidad": podemos decir, que "en la unidad, actúa la caridad".
Jesús también oró por esta unidad al Padre: "Que todos sean uno: como tú Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste" (Juan 17,21).
Otra expresión de la liturgia de este tiempo nos vuelve a enriquecer, es la plegaria sobre la Reconciliación que nos invita a todos a transformar las palabras del prefacio, en hechos de comunión:
"Y  ahora, mientras le ofreces a tu pueblo un tiempo de gracia y reconciliación,
alientas a esperar en Cristo Jesús a quien se convierte a ti
y le concedes ponerse al servicio de todos los hombres,
confiando más plenamente en el Espíritu Santo." (Pleg. Euc. Reconciliacón I)

VIVIR LA CARIDAD: 
CENTRADOS TODOS EN LA PALABRA, EN LA EUCARISTÍA Y EN LA MISIÓN PERMANENTE

                   Vivir la Unidad en la Palabra de Dios, en la celebración y comunión Eucarística; y en el envío Misionero que Jesús sigue haciendo a sus discípulos, nos hace "VIVIR LA CARIDAD". Los invito nuevamente, como lo hice en el Mensaje de Adviento, a construirnos como pueblo de Dios.           
       - Para tener un encuentro con Jesucristo vivo, desde la Palabra de Dios, propónganse entonces "Encuentros comunitarios de oración Bíblica" que nos acompañen en el camino hacia el Cenáculo, el Calvario y el lugar de la Resurrección de Jesús.
       - Promuevan, los sacerdotes las "Estaciones Eucarísticas y Penitenciales", para que varios sacerdotes cooperen mutuamente en el servicio del Sacramento de la Reconciliación, "medicina de Dios," en su estrecho vínculo con la Adoración a Jesús Eucaristía, que es "presencia para todos".
       - Recen las Estaciones del Vía Crucis mirando el dolor y el sufrimiento humano, para que rezando por los que sufren podamos ir hacia ellos con gestos concretos de caridad.
       - Preparemos con entusiasmo la Novena en honor de San José, y recemos por las Ordenaciones al Diaconado que tendremos, como una nueva gracia del Espíritu Santo.

                  Lo expresado en nuestro Documento de pastoral, nos sigue mostrando la fuerza del Espíritu en medio nuestro. En este año, sumamos a nuestra tarea pastoral diocesana los desafíos de:
v       Participación e inclusión (Ser Discípulos)
Hoy, más que nunca, el testimonio de comunión eclesial y la santidad son una urgencia pastoral.
La programación pastoral ha de inspirarse en el mandamiento nuevo del amor
que no hace acepción de personas y valora a todos.

v      Opción por los más excluidos (Ser Misioneros)
Creemos que “de nuestra fe en Cristo, brota también la solidaridad como actitud permanente
de encuentro, hermandad y servicio, que ha de manifestarse en opciones y gestos visibles, principalmente en la defensa de la vida y de los derechos de los más vulnerables y excluidos,
y en el permanente acompañamiento en sus esfuerzos, por ser sujetos
de cambio y transformación de su situación(DA 394)

                   Por último los invito a agradecer a Dios por el Ministerio del Papa Benedicto XVI, por su profundo magisterio que nos invitó a reconocer el camino de las virtudes teologales, partiendo del "Dios Amor" y llegando a nuestros días con la aceptación de su propia debilidad. Así mismo, recemos por la elección del nuevo Papa, para que sea el Espíritu Santo quien nos confirme en la comunión con la Iglesia.
                   Pido a María, Madre de Dios, por toda nuestra Diócesis. Que la madre Jesús y la esposa de José; la virgen Dolorosa y la madre de la Iglesia siga mostrando su presencia intercesora entre todos nosotros.

                   Los bendigo con mi amor de Padre y Pastor

¡DIOS ES AMOR!
                                                                                                            

                                                                            

+ Baldomero Carlos Martini
                                                                                                                             Obispado de San Justo

No hay comentarios:

Publicar un comentario